Importancia sociocultural del Humedal de Trumao: territorio ceremonial, patrimonial y de potencial económico

Caracterizado por su gran acerbo cultural, histórico y patrimonial, el humedal de Trumao destaca también por la multiplicidad de actividades que la comunidad realiza en las inmediaciones de la microcuenca directa. Usos de tipo ceremonial y de tradición mapuche, de historias y prácticas portuarias del Río Bueno y, finalmente, de ávida actividad vinculada al sector silvo-agropecuario, son algunos de los manejos priorizados por el diagnóstico en curso.

Estos tres hitos dan cuenta de las características propias de un territorio de gran diversidad sociocultural de la región de Los Ríos, con una integración de agentes y prácticas culturales heterogéneas propiciadas por las características ambientales del humedal. Por estos motivos, se le ha considerado un territorio en red capaz de articular aspectos patrimoniales naturales, materiales y simbólicos de gran importancia para la provincia del Ranco.

Humedales como espacios de tradiciones mapuche

De connotaciones ceremoniales, los humedales o menokos son considerados de gran relevancia ancestral para las comunidades mapuche que han constituido sociedades ribereñas desde épocas prehispánicas hasta la actualidad.

Custodiados por un Ngen (espíritus dueños), representan una unión con la energía del agua y de la tierra, además de una fuerza vinculada a la naturaleza. Por ello, el ingreso y uso del humedal y sus recursos está sujeto a costumbres de reciprocidad y respeto, como son ciertas ceremonias especiales.

En el humedal de Trumao se ha registrado también una serie de actividades propias de una microeconomía local representada principalmente por la población mapuche que, a través de sus saberes y artesanías, utiliza hierbas de tipo medicinal o recursos forestales no maderables tales como el mimbre, junquillo y ñocha con fines comerciales y de subsistencia.  

Elementos turísticos: conjugación de patrimonio e historia

 

Además de ser un fuerte símbolo representativo de los modos de desplazamiento y conectividad de la provincia, el Puerto Viejo de Trumao posee un gran valor histórico. Los pilotes de las antiguas casas comerciales, cascos de barcos y piezas de los motores a vapor dan cuenta de la prosperidad económica experimentada hacia finales del siglo XIX, cuando el puerto era el principal punto de embarque de mercaderías de La Unión, Osorno, Río Bueno y San Pablo.

Este nodo de comunicación entre comunidades y comerciantes se vio reemplazada por la llegada del ferrocarril a fines del siglo XIX con la creación de una estación llamada Puerto Nuevo, que significó la migración de las casas comerciales hasta Osorno.

Si bien la navegación desde el Río Bueno hasta el océano es casi impracticable, hoy se puede recorrer el río a través de barcos turísticos o de kayak, iniciativas de gran importancia para el Turismo de Naturaleza, Turismo Rural y Etnoturismo, actividades sustentadas por las cualidades paisajísticas, patrimoniales e históricas del humedal de Trumao.

Además de eso, el balseo está fuertemente vinculado al Puerto de Trumao como una práctica tradicional de conectividad. Reconocido por el Diagnóstico Cultural de la Región como patrimonio intangible, es una actividad que se repite en el territorio en los balseos y muelles de Lapi, Llifén y La Peña.

Potencial económico en Trumao

 

Los trabajos ganaderos, lecheros y de producción de carne bovina representan las actividades productivas de mayor presencia en el territorio de Trumao con una superficie total de 1.025,7 hectáreas de suelo agropecuario con praderas, cultivos y rotaciones.

Asimismo, se produce maíz y similares como pasto y avena para alimentar bovinos; producciones agrícolas de papa; producciones de hortalizas y huertos familiares que constituyen actividades económicas pequeñas y de subsistencia.

Representativas de la tradición agraria y ganadera de la región, estas actividades comerciales son de gran interés para la comunidad debido a la influencia económica que significan en el desarrollo local, así como la continuidad de prácticas agrícolas particulares.

Por todo esto, se vuelve imprescindible la creación e implementación de instrumentos de salvaguarda de los diversos usos del espacio, así como de sus características ambientales únicas. Actualmente, en la quinta y última etapa del diagnóstico del humedal de Trumao, está en discusión con las comunidades e instituciones involucradas la declaratoria del Santuario de la Naturaleza Humedal de Trumao y el plan de gobernanza colaborativa.