Suelos de los pitrantos de Trumao: un entramado que debemos cuidar

Los bosques pantanosos, “pitrantos” o “hualves”, son formaciones boscosas únicas de Chile que originalmente existían entre Coquimbo y la Isla Grande de Chiloé, pero que en la actualidad sólo es posible encontrar como pequeños remanentes en algunos lugares de la zona austral de Chile. Son uno de los hábitats naturales más amenazados del país y además de sostener una gran diversidad de especies, y ser de un gran valor estético, cumplen una función muy valiosa respecto a la protección del suelo y el balance hídrico.

Los suelos bajo cobertura de pitranto presentan una abundancia de raíces muy finas, que forman un entramado que acumula grandes cantidades de agua y de carbono. Es como una esponja constituida por raíces, materia orgánica y sedimentos, que demora cientos de años en formarse. Estos suelos tienen una enorme capacidad de absorber agua, y ésta escurre lentamente a través del pitranto como si fuera un río semi-subterráneo que a veces aflora a la superficie.

Fragmento de pitranto en un sector de inundación temporal con actividad ganadera
Fragmento de pitranto en un sector de inundación temporal con actividad ganadera

Cuando los terrenos con pitrantos son despejados y se utilizan para cultivo o praderas, se pierde esta capa orgánica que estructuraba y sostenía el suelo. Al romperse el “entramado” de raíces, el suelo queda vulnerable a la erosión y las lluvias y escurrimiento del agua fácilmente lo lavan y se lo llevan. Como consecuencia, los terrenos van perdiendo su fertilidad, tendiendo a transformarse en terrenos yermos.

Los suelos de pitrantos son altamente vulnerables al ganado, ya que al estar saturados de agua y ser blandos, las pezuñas del animal de pastoreo destruyen no sólo las partes aéreas, sino también las raíces de las plantas. Como resultado se pierde la vegetación superficial y se produce mayor erosión, y las partículas de suelo son arrastradas por corrientes en las épocas de inundación. Esto se evidencia al observar los “pedestales” en torno a los árboles que quedan, porque alrededor las pisadas de ganado han compactado y erosionado el suelo en un proceso continuo año tras año. Al compactarse el suelo reduce su porosidad, disminuyendo la capacidad de almacenar agua e infiltrar que tenían al tener bosque de pitranto, y como resultado estos sectores terminan saturándose e inundándose más rápidamente.

¿Qué hacer? Debemos proteger los remanentes de pitrantos, evitar que entre el ganado para que los suelos puedan regenerarse y seguir absorbiendo el agua, además de restaurarlos y reforestar en los lugares más críticos. La mejor manera de poder cohabitar con estos bosques pantanosos es proteger tanto sus árboles como su suelo, ya que no sólo tienen un valor ecológico, sino que cumplen funciones clave en el balance agua-suelo en los territorios que se ubican.

Fuentes:

https://www.inecol.mx/inecol/index.php/es/transparencia-inecol/17-ciencia-hoy/1014-la-funcion-de-la-vegetacion-riberena-y-la-calidad-de-los-rios

Gerding, Víctor. (2010). Suelos de humedales y trumaos húmedos del sur de Chile.

Alvarado, Virginia. (2016). La vegetación como factor de control de la erosión. Repertorio Científico. 19. 13-17.

Cuevas, J., Huertas, J., Torres, A. Rol de las franjas ribereñas para el control de patógenos y contaminación difusa.